Edad recomendada: A partir de 4 años.
Hace mucho tiempo, cuando mirábamos al cielo, lo único que podíamos ver era a nuestro amigo el rey Sol. Era enorme, y durante el día siempre nos daba luz y calor, pero cuando se iba a dormir, toda la ciudad quedaba a oscuras iluminada únicamente por las farolas.
Con el paso del tiempo nuestro amigo el Sol cada vez estaba más y más triste porque no tenía a nadie con quien poder jugar, reírse, hablar… Una noche tras mucho pensar decidió que tenía que hacer algo para que nuevos amigos vinieran a vivir al espacio junto a él.
El señor Sol pensó tanto tanto que comenzó a notar un ruido muy grande dentro de él, y de repente… ¡púm! Se produjo una explosión y del centro del Sol comenzaron a salir grandes llamas. Este muy asustado comenzó a ver como de estas llamas salían muchísimas piedrecitas hacia el espacio. Todas estas piedrecitas comenzaron a juntarse unas con otras formando otras más grandes y de diferentes tamaños. El Sol muy contento decidió que sus nuevos amigos se llamarían planetas y que estos girarían alrededor de él para recibir su luz y calor.
Tras el paso de los días el Sol se dio cuenta que cada vez que hablaba con uno de sus amigos a todos les llamaba igual, por lo que decidió hablar con ellos uno por uno para así poderles dar un nombre.
Llevaba varios días observando que uno de sus amigos planetas siempre era el que más cerca estaba de él, y además giraba de forma muy veloz a su alrededor . El Sol, por ser tan gracioso y rápido decidió llamarle Mercurio. El segundo planeta que giraba más cerca siempre llamaba su atención, ya que era el que más brillaba de todos, el tamaño era mayor al de mercurio y además, giraba al revés de todos los demás planetas. Tras mucho pensar le llamó Venus.
El tercer planeta era muy especial, ya que tenía lo que ningún otro. ¡Estaba mojado! Además se veían grandes extensiones de tierra y una capa de aire que le rodeaba. Ayudado por sus otros amigos el Sol decidió llamarle Tierra ya que en el podrían vivir los seres vivos. De repente el Sol comenzó a ver algo que se escondía detrás de la Tierra, esta corriendo le explicó que era su gran amiga Luna y que siempre viajaba junto a él. El Sol cada vez estaba más contento, saludo alegremente a su nueva compañera y continúo con el siguiente planeta. Era más pequeño que la Tierra y tenía un color rojo muy llamativo, el color favorito del Sol. Tenía muchas dudas de cómo llamarle, de pronto escuchó a Mercurio hablar con Venus de los días de la semana y al oir martes, su día preferido de la semana, decidió que este se llamaría Marte.
El siguiente planeta era el más grande de todos, además no solo tenía una amiga luna, tenía muchas lunas a su alrededor. El Sol observó que este tenía una gran responsabilidad, ya que al ser el más mayor se encargaría de proteger a los otros planetas más pequeños para que las rocas que no habían querido formar planetas no chocaran contra ellos. Lo llamó Júpiter.
El rey Sol ya muy cansado decidió irse a dormir, pero comenzó a escuchar a uno de sus amiguitos llorar, este le pregunto que porque estaba triste y le contó que los demás planetas se reían de el por ser diferente. Observó que su amigo tenía un aro alrededor de él que nunca se separaba. El Sol apenado le dijo que no tenía que ponerse triste que ser diferente le hacía más especial que a los otros, por lo que le llamó Saturno, el planeta del anillo.
A la mañana siguiente el Sol se despertó muy emocionado ya que solo le quedaban dos planetas por dar nombre, ambos tenían un color azul muy bonito, pero se dio cuenta que uno de ellos giraba más inclinado que el resto. Su amigo planeta le contó que hace unos días un cometa paso por su lado tan rápido que no tuvo tiempo de apartarse y le golpeó quedando así colocado para siempre. El Sol le dijo que no se preocupara que al igual que su amigo Saturno sería otro de los planetas más especiales del cielo y que su nombre sería Urano.
Solo faltaba uno por nombrar, era el más alejado del Sol y más lento, gracias a los demás planetas entre todos decidieron que se llamaría Neptuno.
Al terminar, el Sol brillaba más que nunca de lo contento que estaba, y observando todos los nuevos amigos que tenía para poder jugar, supo que nunca más estaría solo.
Beatriz González Marcos, 3º Educación infantil, grupo tarde.
Explicación científica: El cuento trata sobre el Sol y la aparición de los planetas, así como el nombre y algunas de las características de cada uno.
Referencias: